Por Marta Cabrales
Cuando palpita aún en la realidad cubana la devastadora irrupción del huracán Matthew, con su categoría cuatro por el extremo oriental, se confirma una valiosa experiencia que mostrar al mundo en el enfrentamiento a esos fenómenos meteorológicos.
El hecho de no lamentarse hasta la fecha la pérdida de vidas humanas es el logro principal de la estrategia nacional para atravesar esos eventos naturales, sin grandes recursos y en medio de estrecheces económicas.